jueves, 28 de febrero de 2013


BIENVENIDOS AL CLUB DE LOS EXAGERADOS

Hace mas de cincuenta años que me doy cuenta lo que hacen los sucesivos gobiernos para destruir el país pero como el actual ninguno, estos se llevan la palma de oro. 

Pocas y solitarias voces veníamos denunciando y anticipando desde el año 2003 el proyecto bolchevique y dictatorial que encarna la camarilla lúbrica que detenta el poder de la ex República Argentina (Carlos Manuel Acuña dixit) desde que Eduardo Duhalde puso al difunto Néstor Kirchner como Presidente de la Nación.

Se nos tildaba entonces de “extremistas, apasionados y exagerados”.

Tonterías similares repetía al unísono el periodismo progresista antes de ser ellos mismos los perjudicados ante la evidente restricción de libertades que todos estamos padeciendo.

Y ahora que estamos ante la evidente inminencia de caer en un estado despótico chavista: 

¿qué nos cuenta la amable progresía “disidente” siempre tan servil o funcional a la izquierda radicalizada?; 

¿será que la denominada “extrema derecha” tenía razón entonces?; 

¿a lo mejor los “extremados” estábamos en lo cierto?; 

¿no era tan bueno el avance del Estado paternalista por sobre la libertad individual entonces?; 
¿era verdad que las organizaciones de DDHH no eran tan impolutas sino que tenían un costado delictual y mercantilista?, 
¿resulta que la revisión del pasado esconde algo de mentiras y arbitrariedades?; 
¿será qué la venezualización de la Argentina ya no es una falsa alarma publicitada por “los reaccionarios” sino una amenaza concreta?; 

¿ya no es delirio afirmar que la propiedad privada se encuentra en peligro grave de permanencia entonces?; 

¿acaso suponer que la destrucción de las FF.AA. viene siendo reemplazada por “vatayones” paramilitares ya no es un mero devaneo de los “viejos fragoteros”?;

 ¿los planes sociales ya no son “políticas inclusivas” sino clientelismo mendicante entonces?, 

¿resulta que ahora tomamos nota de que se usa el pasado para encarcelar disidentes sin garantías y sin respeto a los derechos fundamentales?

A todos los sectores progresistas o integrantes del “centrismo optimista” que tanto sea por servilismo como por pretender participar de una “oposición responsable” nos marginaban y nos acusaban de sectarios (haciéndole coro al gobierno), pero que ahora con lucidez tardía estos mismos timoratos repiten lo equivalente a lo que denunciábamos nosotros en soledad desde el inicio de esta tragedia, no le vamos a solicitar que nos pidan perdón y reconozcan el error.

En efecto, no les vamos a enrostrar ni pasar facturas por tamaño desatino ni tampoco les recriminaremos esta indisculpable reacción morosa y extemporánea: 

“es preferible que los giles se aviven tarde antes de que no se aviven nunca” rezaba la sabiduría popular en mi barrio.

Simplemente, con la mejor sonrisa y calidez les diremos a todos quienes ahora repentinamente viven asustados ante las expropiaciones, persecuciones e inminente reformas constitucionales: 

“Bienvenidos al club de los exagerados”.

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