viernes, 15 de octubre de 2010

LENGUARAZ PAYASO

Una verguenza lo que anunció el jefe de gabinete y lo dicho por la presidente.

El Estado y Argentina no se suicidarán por la sanción del 82% móvil a favor de los millones de jubilados, olvidados durante décadas por todos los gobiernos, sino por el despilfarro descomunal de los miles de millones de dólares malgastados en políticas prebendarias y clientelistas, en la fiesta de subsidios, en las indemnizaciones de cientos miles de dólares mal pagadas a miles de personas y demás irregularidades que en conjunto provocan este presente.

El 82% móvil para quienes trabajaron toda su vida no será el responable de que el Estado se funda sino la mala gestión y la mala disposición de los recursos del Estado.

Tampoco constituye argumento que otros países hagan una política distinta aunque sea verdad sino que lo importante es hacer lo que es justo y la sanción de esta ley es un acto de justicia.

Pero es triste el papel presidencial expresándose con un lenguaje vulgar, victimizándose cuando no es víctima de nada sino que está habitando un país que intenta aprender a vivir en democracia, misión difícil, pero con hechos como el ocurrido con la resolución 125 y este del 82 % móvil pareciera que estamos aprendiendo a convivir en un estado democrático.

Por supuesto que para llegar al ideal falta mucho todavía, pero si la presidente y sus funcionarios cada vez que pierden una votación en el Congreso hacen un teatro anunciando suicidios, quiebras, tragedias, golpes e insultan a los opositores, no solo aportarán nada sino que perjudican a la democracia además de su imagen personal, porque cada vez más Argentinos advierten cuándo les dicen la verdad y cuándo no.